Jornada triste para la familia de Gaztelueta




Es viernes y estamos entrenando. La tarde es totalmente desapacible. El viento norte y la lluvia racheada nos hiela las manos. Vamos a aguantar un poco más. Entre risas y gestos de frío nos vamos al vestuario. Ajenos a lo que acaba de ocurrir bromeamos mientras nos cambiamos y entramos en calor. Se ha producido un accidente y la vida de Luis Arbulu se tronca en medio de la carretera. Su hijo Gonzalo, nuestro compañero y amigo, bromea alegre como siempre sin saber lo sucedido. Una hora más tarde sabemos la noticia y nos quedamos profundamente apenados. Nadie se espera estas cosas y se siente impotente, más helado que minutos antes bajo la fría lluvia en el campo de Gaztelueta. Mientras escribo la crónica más amarga del partido nunca jugado vienen a mi memoria todos los momentos que hemos pasado con Luis. Su carácter jovial, sus gritos de ánimo impulsivos y la alegría que trasmitía permanecerán siempre con su equipo, con sus amigos y compañeros de fútbol. Siento la necesidad de mandarle un fuerte abrazo, de ofrecerle una oración y de darle infinitas gracias por habernos dado durante estos años tantos imborrables recuerdos. Esta crónica es un homenaje a Luis, a Malen, a Luisito y para nuestro querido Gonzalo.
Rosendo

No hay comentarios: