Gaztelueta Cadete 1 Indautxu 2
















No pudo ser
Jugábamos el partido aplazado por el temporal de viento en condiciones climatológicas magníficas, contra el primer clasificado del grupo. Si bien un resultado positivo hubiera añadido un poco de picante en la parte noble de la clasificación, el obtenido no nos perjudica en las aspiraciones al ascenso.
A pesar del puente, los jugadores han cumplido el compromiso con el equipo, siendo puntuales a la cita y sin bajas. Este equipo da gusto, están muy motivados y parte del mérito corresponde a Patrik y Alfon, por lo que cuentan siempre con un amplio banquillo, al que de momento le falta un repuesto para Antón. Resultó lesionado en el segundo gol indautxutarra (mediado el segundo tiempo) y tuvo que dejar el puesto al improvisado Giorgio, que estuvo correcto, ayudado por la buena defensa y las escasas posibilidades de jugadas por parte de los contrarios.
El Indautxu, al que hemos seguido en varias ocasiones, volvió a dar sensación de un equipo sólido, bien estructurado, si bien su defensa no es la mejor línea, no cometió errores. La media no desplegó su juego habitual, donde el 22 Julen marca diferencias (nuestra fortaleza la arrolló). Sus puntas son muy rápidos y buenos definidores, de ahí que el resultado fue el que quedó reflejado en el titular.
Partido de poder a poder, sin entradas violentas, aunque hubo una tarjeta directa a uno de los jugadores rojillos por irse de la boca ante uno de los nuestros. El colegido le oyó el cántico, procediendo a mostrarle la roja por desconsideración hacia el contrario.
El estado del campo, muy seco (por favor que mantenimiento del Colegio tome las medidas oportunas) impidió que realizáramos un juego fluido .Tuvimos que basarnos en la fuerza física, especialmente de Luis, Iñigo y Gerardo para poder subir los balones al área contraria. En esta función esta vez tampoco intervino Berincua (dos partidos muy por debajo de su rendimiento creativo habitual, aunque eso sí trabajando mucho) de lo que se resiente demasiado el equipo.
Hacia el minuto quince de la primera parte, con el partido bastante bien controlado, nos hicieron el primer gol. Como casi siempre por falta de decisión de la defensa en el despeje de un balón en el área. No nos vinimos abajo, demostrando nuestro potencial físico y de moral. Incluso pudimos empatar en un saque de falta más atrás del medio campo, que el bueno de Antón (sí nuestro portero) estrelló en el larguero.
A dos minutos del final, conseguimos empatar en una buena combinación de nuestra delantera, que Alejandro centró desde la banda y Topo Sacristan, con su indiscutible pero intermitente calidad introdujo en la portería contraria. Nos dio muchos ánimos para irnos al vestuario.
Iniciada la segunda parte con la misma tónica de juego y sin realizar cambios, parecía que podíamos remontar, pero tras el saque de una falta a nuestro favor desde el medio del campo contrario, llegó el definitivo gol. La defensa rojilla despejó, con tan mala fortuna que el balón fue recibid en buena posición por uno de los punta y con nuestra defensa al garete debido la subida de las torres. No sé cuantas veces nos ha ocurrido lo mismo a lo largo de la liga, pero hay momentos en los que hay que asumir riesgos. En esta desgraciada jugada se lesionó Antón, quien resistió diez minutos pero estaba totalmente cojo. Hubo que reestructurar el equipo, dejando la posición Ander, que había salido para mejorar el ataque por la izquierda a Suquí, mientras que Giorgio ocupó la portería. También salieron Joao, Borja l, para volcarnos al ataque.
Antes habíamos tenido una oportunidad en un tiro de Ispizua, fue de los sustituidos, que rozó el larguero.
Como última intentona, regresó a la competición tras una larga lesión, Carlos se incrustó en la delantera. No pudimos hacer más.
La muchachada regresó al vestuario con la derrota a cuestas, tras más que un trabajado partido, pero no con síntomas de desánimo sino con entusiasmo para afrontar la fase final de la liga en la que esperamos ascender de categoría.
Mucho público, incluso del equipo contrario. Estos, que los tuve a mi lado no mostraron la misma corrección con la que sus jugadores se había comportado a lo largo del partido. Gritaban en cada ocasión pidiendo tarjetas a faltas señaladas por el árbitro en nuestra contra, increpando a nuestra banda izquierda con comentarios fuera de lugar, (Giorgio se contuvo varias veces), etc. Lo único que consiguieron fue calentar los cascos a uno de sus jugadores que como quedó mencionado anteriormente fue expulsado por “bocas”. Nuestra hinchada ganó por goleada en cuanto a corrección.
Seguimos en los puestos de honor .Creo que los jugadores y entrenadores deben sentirse orgullosos. Lo están haciendo fenomenalmente bien. No hay que bajar la guardia.

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