Crónica del Gaztelueta Infantil A ante el S.Nicolás

POBRE PUNTO... PERO PUNTO DE ORO
Los infantiles de Gaztelueta se enfrentaban este sábado a San Nicolás, un equipo normalito, de media tabla, pero muy incómodo, como recordaba la victoria in extremis de la ida en su feudo; 3-4. Son muy ordenados, meten pocos goles –casi uno por partido- pero sobreviven a base de encajar menos.
Los chicos de Gazte llegan relajados, calientan relajados y saltan al campo relajados, tal vez con la cabeza más puesta en los próximos partidos ante los dos rivales más difíciles del grupo: Urdaneta –con el que empatamos a 26 puntos- y Munabe, líder con 30.
Parecen olvidar que antes hay que jugarles 70 minutos a los de San Nico, minutos que hay que correr, pelear y sudar, porque el rival viene a ganar, sin pensar en lo que tocará después.
Y ocurre lo que tenía que ocurrir. Se adelantan en jugada a balón parado. 0-1. Vuelven a materializar, poco después, otra jugada a balón parado. 0-2. Acortamos distancias de falta directa -1-2 (golazo de Pablo G)- para que ellos, al filo del descanso, rematen el tercero, también a balón parado. 1-3. Y a la caseta.
Parece mentira. Cero ambición, cero concentración, cero orgullo. Gaztelueta ha perdido sus señas de identidad en una primera parte entregada, pensando que pueden dejarse pasar los minutos porque la victoria vendrá. Y eso no es así. No hay victoria sin trabajo.
Espoleados por la gris realidad –hoy puede tirarse a la basura el trabajo de todo el año, ¡hoy, en casa y ante estos tíos!-, los locales cambian de actitud. El mensaje no es remontar, sino hacerlo en los primeros diez minutos, para luego decidir hasta dónde llegar. Y menos mal. Remangados, enfadados, con el cuchillo entre los dientes, Gaztelueta hace lo que mejor sabe: jugar en campo contrario, defender en medio campo, achuchar tirando de lejos, cortar su juego en su propio área, con balón o sin él.
En el minuto 3 llega el segundo y en el 10 el tercero. 10 minutos en los que los de San Nico no han pisado terreno contrario. Y sigue el asedio. El balón, en los pies de Gaztelueta, va de una banda a otra con más velocidad –pases cortos, al primer toque- y la posesión es insultante. Se suceden las ocasiones y va pasando el tiempo. El cuarto, el que todo el mundo esperaba, no llega. Hacía falta un empujón final. El empujón llegó... pero el gol no.
Se lo merecen. Gaztelueta ha jugado con fuego, ha infravalorado al rival y no ha salido con mentalidad de jugar una final. Una estúpida primera parte dio lugar a una increíble segunda para cerrar el partido con un triste empate.

A modo de posdata, una pequeña recompensa al trabajo de la segunda: Munabe, el líder, cae en Moraza (2-1) y queda con 30 puntos, por fin a tiro gracias al punto de hoy.
El sábado que viene jugamos en Urdaneta –solo vale la victoria- para luego recibir a Munabe y optar, por fin, a ponernos líderes. ¡Vaya dos semanitas!

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