Lekeitio 5 Gaztelueta 0

Cuando los enanos crecen
El sábado en Lekeitio tuvimos la suerte en contra. Sí. Esa fortuna que unos días te acompaña y otros te abandona, nos dejó de lado cuando todavía
el mareo de las curvas del puerto hacía estragos en nuestras cabezas. Primero el señor Larrozea Zuazo, colegiado asignado para la contienda, no
se presenta y quedamos a merced de un silbato local, con el peligro añadido de ser un equipo que basa gran parte de su estrategia defensiva en mantener peligrosamente adelantadas la líneas y provocar el fuera de juego. Abocados a jugar tras hora y cuarto de largo paseo, en el circo de Lekeitio nos crecieron los enanos. Tras un comienzo muy interesante, con buen juego y oportunidades no muy claras pero sí bien trabajadas, el mediapunta local, el mejor del encuentro, recibe un balón a cinco metros de la frontal y saca un tiro sorprendente y sin oposición que se cuela lamiendo el larguero. El uno a cero no desconcierta a los visitantes que siguen tocando el balón y construyendo juego, a la espera, como en otras ocasiones, de una buena jugada o una escapada que ponga el empate en el marcador. Pero lejos de toda fortuna, nuevamente fue el Lekeitio quien repitió golazo, este el más increíble visto en esta liga, marcando con un balón colgado con fuerza al área desde prácticamente el medio del campo, que se coló como si fuera un lanzamiento de bomba al aro de Juan Carlos Navarro.
Con este resultado en la segunda parte tocaba reaccionar. ¡No podía creer
que el resultado fuera tan adverso, pero el fútbol es así! Para colmo de
desgracias al poco tiempo de la reanudación el colegiado improvisado,
situado al otro lado del campo, no aprecia fuera de juego claro del
extremo derecho local y ahí se acabó el partido. Tras esto podemos acabar la crónica: discusiones por el error, el equipo se desajusta totalmente, y
se va arriba y se viene abajo, cinco cambios por equipo, la grada local
que disfruta demasiado, y el Lekeitio, que hizo el encuentro de su vida y
luchó como nunca, se resarció de la derrota de la ida en Gaztelueta por
tres a cero.
Al final del partido los dos equipos estrecharon sus manos tras deleitar a la grada en un partido vibrante de buen fútbol, sobretodo en la primera parte.