Crónica del Urdaneta B-Gaztelueta Alevín A

5-1. El partido estuvo marcado por la lluvia, por el arbitro y porque no conseguimos hacer nuestro juego. Habría que felicitar también al contrario porque se plantó muy bien en el juego y sabían lo que tenían que hacer en todo momento.
Iñigo Trigueros fue expulsado por conducta antideportiva. La realidad es que no se le puede echar en cara porque no hizo nada merecedor de ello. Se enfadó y tiró el balón al suelo por una decisión del árbitro y automáticamente le sacó la roja directa. Además tuvimos mala suerte porque nos pitó dos libres directos sin barrera al borde del área por faltas efectuadas en el medio del campo. La regla dice que por faltas graves se pueden pitar pero yo no consideré ninguna de ellas grave. El árbitro, la verdad sea dicha, no estuvo muy afortunado.
En cualquier caso, también es verdad que no supimos imponer nuestro ritmo. No nos atrevimos a mover la pelota y confiamos en exceso en que los delanteros cojan los balones. Sorteamos demasiado la bola. Y más contra un equipo más grande físicamente y mejor posicionado.
Vamos a ensayar mucho las salidas de balón, jugar mucho con las bandas, abrir el campo, juntar más las líneas de defensa y de medio. Tenemos que crear nuestro ritmo, saber jugar esperando al rival para asfixiarle y saber presionarles cuando sea oportuno. Seguimos hablando poco en el campo y eso no puede ser. En cualquier caso, he de felicitar la entrega de los jugadores. El resultado fue excesivo porque tuvimos nuestras opciones de ganar el partido. Pero no fue posible. Ahora nos toca levantarnos, ser humildes y tener ganas de seguir aprendiendo para saber imponer nuestro estilo. Tenemos una apasionante labor por delante.

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