LO QUE GANAN SON LOS GOLES
El mítico jugador de jockey Fred Shero decía que “experiencia es el nombre que damos a nuestros errores”. Si aplicamos esta idea al despliegue de juego inicial del equipo del Colegio Gaztelueta vemos que nos falta un buen camino que recorrer. Quizá hay que tener paciencia por el proceso de construcción del equipo con jugadores de las clases de 3º y 4º de ESO; o quizá por la difusa concentración adolescentil que hace que estén a todo y a nada a la vez. Sea como fuere los primeros minutos del partido entre el Basconia y Gaztelueta fueron de claro dominio local. Los visitantes, esta vez de azul para respetar la prioridad de los colores de los de Basauri, nuevamente arrancaron mal y se dejaron llevar por el ritmo frenético y de buen toque del Basconia.
La diferencia en la tabla clasificatoria es pura anécdota porque el equipo local juega muy bien al fútbol. Los de Gaztelueta pasaron unos primeros veinte minutos a merced de un Basconia impresionante que se adueñó de la pelota y manejó el partido a su antojo. Los cambios en el bloque titular por las lesiones y el viaje para ir a ver al Papa en el cuadro visitante tampoco ayudaron a lograr el equilibrio deseado en el equipo.
Fruto de la poca convicción en su juego por parte de los azules llegó el primer gol del Basconia. Un mediocentro coge el balón y lanza un chut desde fuera del área potentísimo y bien dirigido que el portero Ángel Arrien no acierta a blocar, ni la defensa expectante a despejar. El hábil delantero centro del Basconia marca pues a placer empujando el balón ante la mirada de impotencia del guardameta visitante.
Como en el fútbol desgraciadamente no se cuentan los puntos por el buen juego sino lo que ganan son los goles, la buena táctica local se tornó en desconcierto en el minuto veinte cuando Asier se aprovecha de una falta de entendimiento entre la defensa y el portero del Basconia y marca desde fuera del área.
Con las tablas en el luminoso, el fútbol de los de Basauri se tornó más directo y eso propició un menor control del balón, hizo más previsible su juego y condujo más posibilidades hacia las dos porterías, bien defendidas por los dos guardametas.
En la segunda parte cambió la historia. En el vestuario el entrenador arengó a los suyos y pidió que volcaran el juego por la izquierda para sorprender después por la derecha con la velocidad de Iñigo Olaizola. Y así fue. El medio del campo novedoso del colegio Gaztelueta comenzó a carburar con Guillermo Urrieta y Asier. Éste último se ofrece por la izquierda y abre el juego totalmente hacia la derecha donde Olaizola tras dos recortes saca un disparo potente que se cuela por la escuadra, haciendo inútil la estirada del espigado portero local.
Como el ansia es mala compañera de viaje, el Basconia perdió un poco la posición en el campo y el equipo se comenzó a estirar. El entrenador corregía una y otra vez los posicionamientos de los locales pero la alternancia de oportunidades se convirtió ya en una constante. El fútbol duro y correoso se dejó ver en el campo de Soloarte y a falta de quince minutos Guillermo sale tocado del terreno de juego. Poco después Iñigo Olaizola, que estaba siendo el mejor de los visitantes, cuando pelea un balón en la frontal del área, sufre una entrada desafortunada e involuntaria y acaba en el suelo con una abundante hemorragia y el tabique nasal fracturado.
El juego no mejoró en los últimos compases de la contienda y los de Gaztelueta achicaban balones del área mostrándose - ahora sí- fuertes defensivamente.
Tras más de cuatro minutos de prolongación y con el pitido final los jugadores se saludaron dando muestras de buen compañerismo porque, aunque el partido fue muy disputado y con brío, fue de guante blanco.
Buen equipo el de Basauri. Enhorabuena por su juego y seguro que al final de la liga estarán con los de arriba. Esperamos que Iñigo Olaizola tenga una pronta recuperación porque es todo un campeón como compañero, como amigo y, por supuesto, como futbolista.
El mítico jugador de jockey Fred Shero decía que “experiencia es el nombre que damos a nuestros errores”. Si aplicamos esta idea al despliegue de juego inicial del equipo del Colegio Gaztelueta vemos que nos falta un buen camino que recorrer. Quizá hay que tener paciencia por el proceso de construcción del equipo con jugadores de las clases de 3º y 4º de ESO; o quizá por la difusa concentración adolescentil que hace que estén a todo y a nada a la vez. Sea como fuere los primeros minutos del partido entre el Basconia y Gaztelueta fueron de claro dominio local. Los visitantes, esta vez de azul para respetar la prioridad de los colores de los de Basauri, nuevamente arrancaron mal y se dejaron llevar por el ritmo frenético y de buen toque del Basconia.
La diferencia en la tabla clasificatoria es pura anécdota porque el equipo local juega muy bien al fútbol. Los de Gaztelueta pasaron unos primeros veinte minutos a merced de un Basconia impresionante que se adueñó de la pelota y manejó el partido a su antojo. Los cambios en el bloque titular por las lesiones y el viaje para ir a ver al Papa en el cuadro visitante tampoco ayudaron a lograr el equilibrio deseado en el equipo.
Fruto de la poca convicción en su juego por parte de los azules llegó el primer gol del Basconia. Un mediocentro coge el balón y lanza un chut desde fuera del área potentísimo y bien dirigido que el portero Ángel Arrien no acierta a blocar, ni la defensa expectante a despejar. El hábil delantero centro del Basconia marca pues a placer empujando el balón ante la mirada de impotencia del guardameta visitante.
Como en el fútbol desgraciadamente no se cuentan los puntos por el buen juego sino lo que ganan son los goles, la buena táctica local se tornó en desconcierto en el minuto veinte cuando Asier se aprovecha de una falta de entendimiento entre la defensa y el portero del Basconia y marca desde fuera del área.
Con las tablas en el luminoso, el fútbol de los de Basauri se tornó más directo y eso propició un menor control del balón, hizo más previsible su juego y condujo más posibilidades hacia las dos porterías, bien defendidas por los dos guardametas.
En la segunda parte cambió la historia. En el vestuario el entrenador arengó a los suyos y pidió que volcaran el juego por la izquierda para sorprender después por la derecha con la velocidad de Iñigo Olaizola. Y así fue. El medio del campo novedoso del colegio Gaztelueta comenzó a carburar con Guillermo Urrieta y Asier. Éste último se ofrece por la izquierda y abre el juego totalmente hacia la derecha donde Olaizola tras dos recortes saca un disparo potente que se cuela por la escuadra, haciendo inútil la estirada del espigado portero local.
Como el ansia es mala compañera de viaje, el Basconia perdió un poco la posición en el campo y el equipo se comenzó a estirar. El entrenador corregía una y otra vez los posicionamientos de los locales pero la alternancia de oportunidades se convirtió ya en una constante. El fútbol duro y correoso se dejó ver en el campo de Soloarte y a falta de quince minutos Guillermo sale tocado del terreno de juego. Poco después Iñigo Olaizola, que estaba siendo el mejor de los visitantes, cuando pelea un balón en la frontal del área, sufre una entrada desafortunada e involuntaria y acaba en el suelo con una abundante hemorragia y el tabique nasal fracturado.
El juego no mejoró en los últimos compases de la contienda y los de Gaztelueta achicaban balones del área mostrándose - ahora sí- fuertes defensivamente.
Tras más de cuatro minutos de prolongación y con el pitido final los jugadores se saludaron dando muestras de buen compañerismo porque, aunque el partido fue muy disputado y con brío, fue de guante blanco.
Buen equipo el de Basauri. Enhorabuena por su juego y seguro que al final de la liga estarán con los de arriba. Esperamos que Iñigo Olaizola tenga una pronta recuperación porque es todo un campeón como compañero, como amigo y, por supuesto, como futbolista.
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