Mañana de domingo fantástica en Gaztelueta con un clima otoñal propicio para la práctica del fútbol. A las once de la mañana arrancaba el choque entre los cadetes del Colegio Gaztelueta y los del Sestao River. Apasionante partido, de gran vibración, muy luchado en todas las líneas y de constantes alternancias en el dominio del balón y las oportunidades de cara al gol. El césped artificial, todavía húmedo por el rocío matinal, estaba rápido y eso propiciaba las jugadas rápidas en ambas porterías.
Por fin los amarillos tenían un equipo nivelado en todas las líneas. Corto, pero por lo menos ya con tres hombres de banquillo. Y a la espera de tener el equipo completo con las fichas oportunas, el grupo dio algunas pinceladas de buen juego contra un equipo tan correoso como el Sestao.
Esta vez la portería tenía dueño. ¡Y vaya que se notó! Por fin Ángel Arrien, y no un defensa, pudo ocupar su posición “bajo los palos” y estuvo muy centrado con intervenciones muy meritorias en todo el encuentro.
Ferruzo decía que solo los errores llegan a ser negativos cuando no aprendemos de ellos, por eso que la valoración de estas tres jornadas son positivas. Hemos jugado a ráfagas, sí. Pero es normal cuando faltan jugadores tan importantes en la columna vertebral de equipo y varios chicos ocupan posiciones poco habituales. Así hemos visto a un bravísimo Stefan fuera de su habitual puesto de cancerbero, o a Mikel de delantero en punta, o a Borja que volvía por primera vez al equipo tras una larga ausencia,...
Me quedo, no obstante, con la segunda pate de los amarillos. Tras una primera mitad muy disputada y ante un equipo muy sólido en defensa y muy complicado en ataque, los chicos de Gazte se fueron haciendo poco a poco con el mando del partido. Si bien es cierto que el que marca primero suele golpear dos veces, y los del Sestao tuvieron también sus oportunidades, fue Daniel Sánchez-Asiaín el que hizo subir el primer gol al marcador, tras un centro de falta desde la derecha a cargo de Mikel que entrando poderoso el primero cabecea al fondo de la red.
Al cuarto de hora de juego de la segunda mitad, Jaime Ayarza coge un balón en la frontal, ve al portero adelantado y pone el esférico casi en la escuadra. Con el dos a cero el partido comenzó a enloquecer con continuos ataques a las metas rivales. Llegaron oportunidades por ambas partes, pero las defensas estaban bastante serias. El tres a cero a los veinticinco minutos de la segunda mitad, también de Dani con un chut desde la frontal ajustado al palo derecho, supuso una losa para los visitantes.
En definitiva, necesitábamos una jornada positiva, un colegiado serio arbitrando y tener algunos jugadores de banquillo para dar oxígeno en unas primeras jornadas de mucho calor. Esperamos que la próxima sea la definitiva y podamos contar, por fin, con todos nuestros jugadores.
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