Me gusta mucho la frase de un cinco veces campeón del mundo como Fangio cuando decía que “siempre hay que tratar de dar el máximo para ser mejor, pero nunca creerse el mejor”.
Y es que esta semana nos tocaba dar el máximo en el campo municipal de Bolue frente a un gran equipo como el Bizkerre A. El partido fue realmente vibrante, cargado de emoción de principio a fin, donde el dominio del esférico fue para los locales y sinceramente también las oportunidades más claras. ¡Pero es que nosotros vamos a otra historia!
Venimos de menos a más y está claro que según van pasando las semanas y recuperamos efectivos el equipo va a mejor. Todo lo más que puede dar un colegio como el nuestro, con dieciocho compañeros de clase que se juntan tres horas semanales para hacer deporte, donde prima el estudio por encima del entreno y donde nos toca jugar semana a semana contra clubes cuya visión de la historia es realmente otra. Ni mejor ni peor, simplemente otra.
El Bizkerre A estaba muy bien plantado en el campo. Tocaban en balón una y otra vez en defensa mientras los visitantes esperaban en su parcela el regalo del balón. El entrenador local corregía una y otra vez las posiciones de sus jugadores mientras la alternancia de oportunidades era una constante, aunque no demasiado claras.
La primera mitad acabó con cero a cero en el luminoso. Los chicos del colegio Gaztelueta buscaron la presión y el contraataque rápido, sobretodo con balones largos a Stefan, que por segunda vez dejó la portería para ser el delantero centro de los colegiales. Los del Bizkerre caían desesperadamente una y otra vez en la táctica del fuera de juego practicada por los visitantes y los bravos delanteros rojos no sabían como corregir la valiente y arriesgada táctica de los de Gazte.
En la segunda mitad muchas de las pinceladas requeridas por este entrenador en el vestuario comenzaron a fluir. Varios pases en profundidad a la entrada de Mikel traían una y otra vez peligro por banda derecha. Stefan corría sin parar presionando a la defensa, mientras Gonzalo se movía con libertad por todas las líneas. La defensa seguía muy centrada, con Luis dándolo todo y con un gran Ángel Arrien bajo los palos que sacó dos o tres manos impresionantes.
En el minuto veinte de esta segunda mitad, un balón en profundidad hacia Stefan a la carrera, acaba con el balón en el fondo de la red, tras un fallo de coordinación entre el portero y lo dos defensas.
Con el cero a uno comenzó el carrusel de cinco cambios para dar entrada a los chicos de banquillo. La defensa visitante acusó el descentre de los cambios, obligados por otra parte por el desgaste que habían tenido esos jugadores. Faltando pocos minutos para el final, tras un saque de esquina, llegó el gol del empate tras varios remates de cabeza de unos y otros.
Con el pitido final los jugadores se saludaron con compañerismo porque el partido fue muy disputado pero de guante blanco. Buen equipo el Bizkerre, uno de los mejores contra los que han jugado los del colegio Gaztelueta. También estuvo fantástico el colegiado Ortega, cuya labor estuvo realmente acertada, sin linieres y arbitrando a un equipo que usaba la táctica del fuera de juego.
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