Convencer jugando bien
Con un día espléndido saltamos al terreno de juego, con unas ganas tremendas de volver a mostrar un buen juego contra un equipo al que superamos en la ida en su casa por escasos minutos (pues desempatamos en el último minuto). Cuenta J.L. Olaizola en su libro "Crónica de un imposible", sobre la figura de H.Cortés que cuando éste llegó al nuevo mundo quemo sus naves para desterrar a sus hombres el miedo que inundaba a sus marineros al llegar a tierra desconocida y para animarlos a avanzar y de este modo jamás retroceder. No era un imposible el partido de hoy, pero más o menos eso pudimos observar en el encuentro disputado este sábado pasado. La alineación inicial de costumbre contaba además con un Alfonso Ibarra al que se le ha visto pletórico en los últimos partidos, con gran confianza en si mismo, y con Endika de defensa central ante la baja de Tomás. Empezamos como de costumbre nerviosos, y ellos también, observandonos mutuamente a ver quien de los dos cometía el más mínimo error defensivo. Esta vez nos amparaba la suerte ya que a pocos minutos de finalizar esta primera parte se metieron un gol en propia puerta al tratar de despejar un balón por lo alto. Con la confianza de ir por delante en el marcador nos echamos arriba y fué entonces cuando Cesar dispuso de varias oportunidades de marcar, a pesar de todos los esfuerzos que hacía la defensa contraria por tratar de controlar a este jugados que es tan dificil de frenar como una anguila escurridiza. En la segunda parte un equipo renovado a excepción de Iñigo Oraá, que repetía como lateral derecho ante la falta de partidos jugados. En la delantera Guillermo Alonso marcó un golazo que nos situaba dos goles por delante en el marcador. El partido se nos puso favorable en esta parte pues a pesar de que a veces hacíamos lo posible por controlar los balones aéreos, movimos la pelota de abajo hacia arriba que es un poco el tipo de juego que nos es favorable. Con los desmarques de Iñigo y Pablo Caselles (que hoy bordó un partidazo) ibamos avanzando poco a poco, con paredes, desmarques y sobre todo una presión constante (para lo cual hay que estar muy en forma) lo que impedía que el rival se moviese con tranquilidad con el balón. En cuanto ellos tenían la posesión del esférico inmediatamente uno de nuestros jugadores le entraba al mismo tiempo que todos los posibles pases estaban bien cubiertos, lo cual favoreció nuestra posesión y estilo de juego. Con este balance solo era cuestión de tiempo que llegase el gol hasta que después de un fallo defensivo suyo Pablo Arto aprovechó para romper la red poniéndonos tres arriba. No obstante los nervios de jugar contra su ex-equipo hicieron mella en nuestro guardamenta que a pesar de que hizo todo lo que pudo por despejar un rechace, no consiguió evitar que nos marcasen un gol. A pesar del fallo volvió a la portería en un tercer tiempo (lo cual le ennoblece, cualquiera habría abandonado) y lleno de confianza y gracias al cada vez más confiado y contundente Javi Treviño evitaron juntos que el rival pudiese penetrar de nuevo nuestra barrera defensiva. El juego siguió de la misma manera, presionando, robando balones y jugando con una banda izquierda donde cada vez se consolida más y más como protagonista indiscutible un Pablo Caselles que distribuía el juego hacía el medio campo con pases a veces profundos y a veces cortos y al pie. Ellos se volvieron locos, no hacían más que pasar a su centrocampista titular que a pesar de que hacía todo lo posible por controlar el balón, nuestra estatura superior en el centro del campo y las jugadas de Pablo Arto y Alfonso Ibarra lo impedían una y otra vez. A mitad de esta tercera parte salió de nuevo todo el equipo, no sin que antes Guillermo Alonso marcase de nuevo un golazo que hace de él un letal delantero para los defensas despistados. A punto de finalizar el partido tuvimos tiempo de intentarlo una y otra vez y a pesar de que Carlos Arroyo y Alfonso Lecanda (que hizo también un muy buen partido a pesar de tener cara de dormido) lo intentaban, su defensa Central nos cortaba todas las jugadas. No fué hasta que Pablo Arto la centró desde la banda derecha pegado al corner con un soberbio pase alto que remató Rubén San José para introducir el esférico en la red. resultado final 5-1 en casa, después de un buen partido, a pesar de que el Romo hizo todo lo que pudo, fuimos superiores desde el minuto 10 del partido. Este es el juego que nos gusta y nos hemos sentido cómodos jugando contra un rival ante cual no podíamos confiarnos lo más mínimo. Enhorabuena chavales!
Adelc"
Con un día espléndido saltamos al terreno de juego, con unas ganas tremendas de volver a mostrar un buen juego contra un equipo al que superamos en la ida en su casa por escasos minutos (pues desempatamos en el último minuto). Cuenta J.L. Olaizola en su libro "Crónica de un imposible", sobre la figura de H.Cortés que cuando éste llegó al nuevo mundo quemo sus naves para desterrar a sus hombres el miedo que inundaba a sus marineros al llegar a tierra desconocida y para animarlos a avanzar y de este modo jamás retroceder. No era un imposible el partido de hoy, pero más o menos eso pudimos observar en el encuentro disputado este sábado pasado. La alineación inicial de costumbre contaba además con un Alfonso Ibarra al que se le ha visto pletórico en los últimos partidos, con gran confianza en si mismo, y con Endika de defensa central ante la baja de Tomás. Empezamos como de costumbre nerviosos, y ellos también, observandonos mutuamente a ver quien de los dos cometía el más mínimo error defensivo. Esta vez nos amparaba la suerte ya que a pocos minutos de finalizar esta primera parte se metieron un gol en propia puerta al tratar de despejar un balón por lo alto. Con la confianza de ir por delante en el marcador nos echamos arriba y fué entonces cuando Cesar dispuso de varias oportunidades de marcar, a pesar de todos los esfuerzos que hacía la defensa contraria por tratar de controlar a este jugados que es tan dificil de frenar como una anguila escurridiza. En la segunda parte un equipo renovado a excepción de Iñigo Oraá, que repetía como lateral derecho ante la falta de partidos jugados. En la delantera Guillermo Alonso marcó un golazo que nos situaba dos goles por delante en el marcador. El partido se nos puso favorable en esta parte pues a pesar de que a veces hacíamos lo posible por controlar los balones aéreos, movimos la pelota de abajo hacia arriba que es un poco el tipo de juego que nos es favorable. Con los desmarques de Iñigo y Pablo Caselles (que hoy bordó un partidazo) ibamos avanzando poco a poco, con paredes, desmarques y sobre todo una presión constante (para lo cual hay que estar muy en forma) lo que impedía que el rival se moviese con tranquilidad con el balón. En cuanto ellos tenían la posesión del esférico inmediatamente uno de nuestros jugadores le entraba al mismo tiempo que todos los posibles pases estaban bien cubiertos, lo cual favoreció nuestra posesión y estilo de juego. Con este balance solo era cuestión de tiempo que llegase el gol hasta que después de un fallo defensivo suyo Pablo Arto aprovechó para romper la red poniéndonos tres arriba. No obstante los nervios de jugar contra su ex-equipo hicieron mella en nuestro guardamenta que a pesar de que hizo todo lo que pudo por despejar un rechace, no consiguió evitar que nos marcasen un gol. A pesar del fallo volvió a la portería en un tercer tiempo (lo cual le ennoblece, cualquiera habría abandonado) y lleno de confianza y gracias al cada vez más confiado y contundente Javi Treviño evitaron juntos que el rival pudiese penetrar de nuevo nuestra barrera defensiva. El juego siguió de la misma manera, presionando, robando balones y jugando con una banda izquierda donde cada vez se consolida más y más como protagonista indiscutible un Pablo Caselles que distribuía el juego hacía el medio campo con pases a veces profundos y a veces cortos y al pie. Ellos se volvieron locos, no hacían más que pasar a su centrocampista titular que a pesar de que hacía todo lo posible por controlar el balón, nuestra estatura superior en el centro del campo y las jugadas de Pablo Arto y Alfonso Ibarra lo impedían una y otra vez. A mitad de esta tercera parte salió de nuevo todo el equipo, no sin que antes Guillermo Alonso marcase de nuevo un golazo que hace de él un letal delantero para los defensas despistados. A punto de finalizar el partido tuvimos tiempo de intentarlo una y otra vez y a pesar de que Carlos Arroyo y Alfonso Lecanda (que hizo también un muy buen partido a pesar de tener cara de dormido) lo intentaban, su defensa Central nos cortaba todas las jugadas. No fué hasta que Pablo Arto la centró desde la banda derecha pegado al corner con un soberbio pase alto que remató Rubén San José para introducir el esférico en la red. resultado final 5-1 en casa, después de un buen partido, a pesar de que el Romo hizo todo lo que pudo, fuimos superiores desde el minuto 10 del partido. Este es el juego que nos gusta y nos hemos sentido cómodos jugando contra un rival ante cual no podíamos confiarnos lo más mínimo. Enhorabuena chavales!
Adelc"
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