La Selección española de fútbol premio Principe de Asturias

Premio Príncipe de Asturias del Deporte 2010

El triunfo del trabajo de un equipo bien liderado.

Artículo de Paz Alvarez en Cinco días

“Te lo va tirar por la izquierda y a media altura", le chivó Pepe Reina a Iker Casillas cuando se disponía a parar un penalti a Óscar Cardozo, en el partido de cuartos de España frente a Paraguay. Reina es portero del Liverpool y suplente en la selección española de fútbol, y en alguna ocasión le había tocado enfrentarse en competición europea a la misma situación con Cardozo, delantero del Benfica (Portugal), que acostumbra a lanzar los penaltis siempre de la misma manera. Casillas desconocía los hábitos del paraguayo, pero la información que le dio su compañero, que se pasó el Mundial en el banquillo, contribuyó a que España pasara a semifinales. "A eso se le llama compañerismo, y a Reina no le importó no haber sido titular para ayudar al triunfo del equipo", comenta el presidente de Eurotalent, Juan Carlos Cubeiro, autor junto a Leonor Gallardo del libro El Mundial de La Roja.
Porque el secreto del éxito de la selección de fútbol se resume en el trabajo en equipo y en un espíritu sencillo y humilde. Esto es lo que les ha llevado a ganar el Premio Príncipe de Asturias del Deporte 2010. "El premio valora los méritos humanos importantes para la sociedad, más allá que el hecho de haber ganado el Mundial de fútbol", explicó ayer, desde Argentina, el entrenador, Vicente del Bosque.
La grandeza del equipo español es la calidad humana, "eso es lo que hace que al final triunfen las buenas personas", afirma Leonor Gallardo, profesora de Gestión del Deporte de la Universidad de Castilla-La Mancha. También destaca la humanidad, la humildad y el humor que demuestran los 23 jugadores dentro y fuera del campo, así como todo el equipo técnico. "Si pusiéramos en un brazo de la balanza los grandes éxitos competitivos y en el otro brazo los éxitos como personas pueden más éstos últimos. De hecho, el día 11, nada más ganar el Mundial, todo el mundo hablaba de las proezas humanas", prosigue Gallardo. Porque los conocimientos técnicos los tienen, "saben jugar al fútbol, pero ganan por el componente humano, porque son como los mosqueteros, hacen las cosas todos para uno y uno para todos", añade Cubeiro.
Y esa humanidad ha sabido contagiarla el líder, el míster. Vicente del Bosque se ha convertido, a su pesar porque le gusta mantenerse en un discreto plano, en el protagonista de esta historia, que arrancó, con otro estilo, el anterior entrenador, Luis Aragonés, el abuelo, como le llamaban cariñosamente los jugadores. "Del Bosque ha sabido capear los malos momentos, sobre todo las críticas, que nunca ha permitido que influyeran en el ánimo de los futbolistas. Lo ha hecho con una energía inusitada y ha sabido sobreponerse con elegancia", señala Sandalio Gómez, profesor del IESE y presidente del Center for Sport Business Management (CSBM), quien define los valores que caracterizan a la selección. "Solidaridad, compañerismo, humildad, constancia en el esfuerzo, optimismo y búsqueda de un objetivo común, ganar todos juntos, son logros conseguidos por el líder".
Gómez compara la serenidad del técnico a la actitud que ha de mantener la tripulación de cabina en un avión ante una turbulencia. "Ante una situación de este tipo, siempre se mira a la azafata y, si ella está serena, ese gesto tranquiliza a los pasajeros. Y eso deberían saber hacerlo también los líderes de las empresas". Vicente del Bosque comparte liderazgo, según Cubeiro, con Ángel María Villar, presidente de la Federación Española de Fútbol "y el mejor relaciones públicas", e Iker Casillas, el capitán, elegido por sus compañeros.”

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